ENTRE MARCHAS Y CONTRAMARCHAS NACIONALES
Si bien el paro del 19 de julio no resultó lo exitoso que esperaban sus organizadores, los Poderes Ejecutivo y Legislativo también deben poner las barbas en remojo pues siguen siendo cuestionados en casi todos los sectores, los primeros y los segundos continúan embelesados en sus sueños pero sin atar ni desatar ante la monda y lironda realidad. Unos y otros se recriminan, acusan y hasta se amenazan recíprocamente; en las redes sociales, posiciones extremistas –de izquierda o derecha- que se censuran, provocan y hasta destilan odio, buscando influenciar en mentes jóvenes. ¿Diálogo?, ni hablar, nada de razonamientos solo caos, desidia y desobediencia. Y las marchas habrán de continuar –con poca o gran afluencia de gente- afectando seguramente el 202 aniversario patrio.
En ese contexto, la economía peruana marcha al garete. Si bien el dólar mantiene una paridad cambiable relativamente baja, la inflación, la recesión, la deflación o la estanflación están rondando en el horizonte. Ello afecta a la inversión privada y recorta la pública, más en un mundo cambiante y amenazado por lo que ocurre en el exterior, aunado al llamado Fenómeno del Niño de carácter mundial. La situación, por ende, es incierta y exige acuerdos integrales de política económica de corto y mediano plazos.
El mensaje a la nación de la presidente Dina Boluarte, en el marco del Día de la Independencia ante el Congreso Nacional, no solo debe ser elocuente sino puntual y creíble en el cómo superar la angurria política, incrementar la economía individual y colectiva, abrir el espacio social sin exclusiones y agilizar la lucha contra la corrupción e inmoralidad, en otros puntos.
AL OTRO LADO DEL PACÍFICO
La visita presencial del centenario y ex secretario de Estado estadounidense Henry Kissinger y su reunión personal con el presidente de China Xi Jinping, en la residencia de Huéspedes de Estado Diaoyutai en Beijing, sorprendió a tirios y troyanos, quizás más que cuando sostuvo una entrevista crucial con Mao Zedong (Tse-tung) a principios de la década de 1970, cuando China y Estados Unidos dieron inicio al establecimiento de relaciones diplomáticas, abriendo nuevos escenarios en las relaciones internacionales.
Sin duda una jugada de ajedrez entre los dos gigantes del planeta, cuyos lazos están deteriorados y requieren una visión estratégica, toda vez que ambas partes habrían tratado temas que permanecen en rigurosa reserva. Se espera por cierto, que ese diálogo contribuya al entendimiento, no solo en el proceso de normalización de los vínculos bilaterales sino que también ofrezca beneficios a todos los países y pueblos del globo terráqueo. Se requiere salir de la encrucijada y allanar un camino de paz y bienestar que englobe a la humanidad.
FINALMENTE
Hacemos votos para que los peruanos celebremos las Fiestas Patrias en unidad, hermandad y patriotismo. Dejando las diferencias de lado y encaminándonos hacia el futuro del bien común.
Carlos Acat Koch
Editorialista