RECIBIENDO EL 2022

Celebrando bonenkai

Foto: Andina

Japón cerró el 2021 año con celebraciones sociales y recibió el 2022 en familia, mientras los templos tañían 108 campanadas, y por segundo año consecutivo los emperadores no saludaron desde el balcón del Palacio Imperial por la pandemia.
Llegado diciembre y con apenas un centenar de contagios diarios de Covid-19 en el archipiélago, los japoneses salieron por las noches a festejar, este año sí, las famosas “bonenkai” o fiestas de conclusión del almanaque, en las que se reservan restaurantes enteros y el sake es infaltable.
Pero no todos quisieron arriesgarse, más cuando los contagios y los casos de Ómicron fueron aumentando en los últimos días, y algunas compañías lanzaron una nueva modalidad: el trabajador recibe en casa la cena y la bebida cortesía de la empresa, horas antes de que empiece la fiesta “on-line” con los colegas.
La mayoría de japoneses viajó finalmente a su lugar de origen en el archipiélago, tras abstenerse el año pasado, y recibieron el 2022 en familia, después de realizar una gran limpieza en el hogar, un ritual de purificación que ahuyenta los malos augurios.
Sentados sobre el suelo de “tatami” y bajo una mesa baja con brasero llamada “kotatsu”, se calientan los pies mientras pelan mandarinas. En Nochevieja comieron por tradición una sopa de largos fideos “soba” como puente hacia una larga vida.
Al inicio del año nuevo las familias compartieron “osechi” en la mesa, una amalgama de platos festivos en pequeñas y simbólicas porciones que antiguamente la mujer preparaba los días previos, pero que ahora ya muchos optan por encargar.
El día 2 de enero es habitual que miles de personas acudan a homenajear a los emperadores, quienes salen a saludar al balcón del Palacio Imperial, en el centro de Tokio, pero la pandemia ha puesto en pausa la tradición por segundo año consecutivo.
El emperador Naruhito y la emperatriz Masako no salieron a felicitar a sus conciudadanos en el nuevo año, que hubiese sido, además, muy especial para la familia. Estaba previsto que la princesa Aiko, la única hija de los emperadores y que alcanzó la mayoría de edad recientemente, debutase junto a ellos en el balcón.