FUTURO AÚN INCIERTO

China y Taiwán un tema de gravitación mundial

La historia de China imperial cambió con la revolución que culminó con la instalación oficial del primer régimen republicano del Asia el 1 de febrero de 1912, encabezado por el doctor Sun Yat-sen. Luego hubo tiempos de enfrentamiento interno entre el gobierno establecido y los denominados “señores de la guerra”, unos a favor del retorno dinástico y otros por intereses particulares; la invasión militar japonesa y el restablecimiento del emperador Puyi, con el Manchikuo, agravó la situación, al igual que la guerra civil entre dos bandos: socialistas y nacionalistas, liderados por Mao Zedong (Tse-tung) y Chiang Kai-shek, respectivamente, donde ambas partes llegaron a tres acuerdos para combatir al enemigo común.
El fín de la II Guerra mundial marcó aun más la lucha interna, y el 1 de octubre de 1949 las fuerzas de Mao se consolidaron con la fundación de la República Popular China y Chiang con sus tropas se instaló en la isla de Taiwán (y otras aledañas) manteniendo el nombre de República de China y con el reconocimiento de las Naciones Unidas (hasta que en 1971 la mayoría de naciones votó a favor del acceso de China Popular. Desde 1949 a la fecha ha habido escaramuzas entre las dos partes del Estrecho (que los separa por casi 200 kilómetros), incluyendo disparos de armas pero sin que ocurriera un incidente de gran envergadura.
Empero, la visita de Nancy Pelosi a Taiwán, dentro de un periplo por Asia oriental, a la que se sumaron, posteriormente, otros cinco miembros de la Cámara de Representantes estadounidense, sumado a la lucha que libran Rusia y Ucrania, incluyendo otros conflictos en el continente asiático, elevaron la tensión y generaron un clima bélico, como que tanto China y Taiwán realizaron maniobras militares, incluyendo lanzamiento de fuego real, en una suerte de mostrar cada parte su “musculatura” bélica.
Asimismo, ha habido momentos de oportunidad para el diálogo entre Beijing y Taipéi. La primera fue el permiso para las visitas familiares en 1987 y, luego, en 1992 el encuentro entre ambas partes en Singapur, a través de organismos –aún existentes- inoficiosos para continuar conversando. El retorno de Hong Kong y Macao a tierra continental, bajo el sistema “una China, dos sistemas”, sirvió de “válvula de escape” para apaciguar los ánimos, pero que se caldea por momentos.
Tampoco se puede dejar de lado, el encuentro –casi familiar- entre los presidentes Xi Jinping y Ma Ying-jeou en Singapur, en noviembre de 2015; previamente, en otros documentos, hubo la firma de un acuerdo marco de Cooperación Económico en el 2010 y cuatro años más tarde establecieron un diálogo gubernamental oficioso. Iniciativas que marcaban un nuevo derrotero. Cabe referir, existe la esperanza que más allá de temas irreconciliables también hay sentido de sensatez.
Tanto en la Constitución de una como otra China se reconocen como representantes del pueblo chino y del territorio continental y las islas –incluyendo otras regiones insulares, en disputa con países vecinos, sin renunciar a sus principios. Asimismo, una y otra forjan sus propios destinos, diferenciándose, en el fondo, por temas ideológicos, y han sumado –por separado- bienestar a favor de sus poblaciones, además de contar con economías fértiles y de gran fuerza en el campo de la innovación científica y tecnológica. Políticamente, la RPCH está identificada con el PCCH, Taiwán cuenta con dos tendencias partidarias, el actual gobernante PDP (separatista y apuesta por la independencia) y el KMT (dividido internamente por el tema, aunque con visión conciliadora).
Las posturas ideológicas difieren totalmente. Qué habrá de ocurrir en el corto o mediano plazo, es una gran interrogante. Pero, lo cierto, es que tanto Beijing como Taipéi deben encontrar una visión conjunta, sin intervención de terceros países o gobiernos, dentro del diálogo pacífico, objetivo y consensuado. Hay que tener presente, adicionalmente, que desde 1911 a 1949 y a la actualidad (2022), el mundo se ha visto sacudido con grandes cambios, como las conflagraciones mundiales y la caída del Muro de Berlín; y las generaciones chinas, nacidas posteriormente, sea en el continente chino o en Taiwán, cuentan con propias opiniones y opciones. (Ac-Ko).

未来仍不明

中国和台湾是全球引力问题

1912 年 2 月 1 日,中国的朝代历史是从革命后改变了,由孙中山博士领导亚洲第一个共和政权正式成立。其后,建制政府与所谓的“军阀”之间也有过多次内讧,有的赞成朝代回归,有的则为私利;日本的军事入侵和溥仪与满洲国的重新建立,加剧了局势,以及毛泽东的社会主义者和蒋介石的民族主义者分别领导之间的内战,双方达成三项协议,共同对抗共同敌人。
第二次世界大战的结束进一步标志着内部斗争,1949 年 10 月 1 日,毛泽东的力量巩固成立中华人民共和国,蒋介石的部队在台湾岛(及其他周边地区)定居,保持着中华民国的名称并被联合国的承认(直到 1971 年大多数国家投票赞成中华人民共和国的加入)。从 1949 年至今,两岸之间(具有将近 200 公里距离)发生了小冲突,包括枪声,但没有发生重大事件。
然而,南希佩洛西访问台湾,作为东亚之行的一部分,后来又有五名美国众议院议员加入访问,加剧了俄罗斯和乌克兰的斗争,包括亚洲大陆的其他冲突,就加剧了紧张局势并产生了战争气氛。中国和台湾都进行了包括实弹发射的军事演习,以向双方展示其战争“力量”。
同样,北京和台北之间也有对话的机会。第一个是 1987 年的探亲许可,然后是 1992 年,两岸在新加坡举行的会议,通过还存在的组织进行了会谈,但无济于事。港澳回归内地,在“一中两制”体制下,起到了平息事态的“逃生阀”作用,但时而升温。
我们也不能忽视习近平主席和马英九于 2015 年 11 月在新加坡的会面;此前,在其他文件中,2010年签署了经济合作框架协议,四年后建立了非正式的政府对话。这些动作引入了新的举措。值得一提的是,除了不可调和的问题之外,还有一种清醒的感觉。
在一个中国和另一个中国的宪法中,他们都被成为是中国人民的代表包含内地与其他岛屿地区,与邻国有争议,但不放弃他们的原则。同样,两方各地创造了自己的命运,基本区别是意识形态,而且除了拥有经济和强大的实力之外,各地发展了创新的科技科学。之外,还增加了有利于其人民的福祉。和技术。在政治上,中华人民共和国与中共是一致的,台湾有两党倾向,当前执政的民进党(独立注意的党)和国民党(因争议划分)。
意识形态立场完全不同。短期或中期会发生什么是一个大问号。但事实的是,北京和台北都必须在没有第三国或政府干预的情况下有个和平、客观和协商一致的对话找出共同愿景。我们还要记住,从1911年到1949年,一直到今天(2022年),世界发生了翻天覆地的变化,比如世界大火、柏林墙倒塌等;再加上,后来出生的华人一代,无论是在中国大陆还是在台湾,都有自己的看法和选择。 (Ac-Ko)。

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