TAIWÁN, EL LADRILLO QUE NO DEBE FALTAR EN LA ARQUITECTURA DE LA SALUD GLOBAL

Escribe: (Francisca) Chang Yu-tsz
Representante de la Oficina Económica y Cultural de Taipéi en el Perú

Según estipula el artículo 7 de la Constitución peruana “todos tienen derecho a la protección de su salud, la del medio familiar y la de la comunidad asi como el deber de contribuir a su promoción y defensa”, la salud es un derecho inherente de las personas. Sobre esta base, las autoridades sanitarias y sectores relevantes buscan que el acceso al cuidado y la atención integral sea universal y que la atención pública sea integral, solidaria, equitativa, oportuna, de calidad y accesible. En esa línea, el Ministerio de Salud (MINSA) desarrolló una loable campaña, la Semana Nacional de la Prevención “Chequéate Perú”, del 15 al 21 de mayo, brindando a los ciudadanos la oportunidad de realizarse chequeos médicos preventivos y recibir, de manera gratuita, consejería para el cuidado de su salud.
Taiwán, de forma similar, basa su legislación en la equidad de los servicios de salud entre sus ciudadanos, habiendo logrado que todos gocen de una atención de salud accesible y de bajo costo y se encamine hacia un seguro universal que garantice servicios sanitarios eficientes para toda su población.
El mundo se está encaminando a su reactivación económica postpandemia, después de 3 años de ardua lucha contra la Covid-19. Esta epidemia respiratoria mortal ha demostrado la fragilidad del mundo ante su propagación, la que no hizo distingos de raza, origen, género, edad, ni respetó fronteras, cruzando continentes y océanos y matando a 6.86 millones de personas, especialmente de las poblaciones más vulnerables. No podemos soslayar que está latente la consecuente situación de incertidumbre global por la aparición de una variante o de un nuevo virus, por ello, hoy más que nunca, es innegable la importancia y la necesidad de la cooperación internacional -sin exclusiones- para enfrentar en conjunto los grandes desafíos de la era postpandemia.
La 76ª Asamblea Mundial de la Salud (AMS) se celebró en Ginebra (Suiza) del 21 al 30 de mayo. Este año 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS), responsable de desempeñar una función de liderazgo en los asuntos sanitarios mundiales, conmemoró un nuevo aniversario de fundación con el lema “Salud para todos”. Lo que debería implicar que todos estén incluidos y no dejar a ninguno atrás. Es así que es impostergable la inclusión de Taiwán en todas las reuniones, mecanismos y actividades de la OMS, y ser aceptado a participar en calidad de observador de la OMS.
Taiwán ha sido protagonista en la batalla contra la pandemia del Covid-19, su éxito en combatirla y su capacidad de brindar ayuda donde haya necesidad se tornó un ejemplo para la comunidad internacional, habiendo también realizado significativas contribuciones a la salud pública mundial. A pesar de ello, se le continúa excluyendo de la AMS y de la OMS, negándole así el derecho a la salud a los 23 millones de taiwaneses.
La arquitectura de la salud global, que la OMS debe sostener a pesar de los desafíos sanitarios globales, requiere del apoyo de la comunidad internacional en su conjunto. Taiwán ha expresado su voluntad de trabajar con la OMS y fortalecer esa arquitectura, que ha demostrado ser vulnerable ante las amenazas sanitarias globales. Taiwán se rehúsa a ser “el ladrillo que falta”, y está dispuesto a trabajar con la OMS para fortalecer colectivamente la arquitectura de la salud global, para desarrollar un marco de cooperación global cohesivo e integrador.
Es evidente que la participación de Taiwán en la AMS y la OMS es un asunto pragmático, más no político. Esta aseveración es irrefutable, por ello muchos países desde el año 2017, vienen haciendo llamados a la AMS para reincorporar a Taiwán como observador y ser incluido en todas las reuniones, mecanismos y actividades de la OMS. Lograr una “Salud para todos” demanda del concurso de todos para combatir la pandemia y los múltiples desafíos globales, actuales y futuros, que encara la humanidad.

台灣,全球健康架構中不可或缺的基石

撰稿:張幼慈
台北经济文化办公室驻秘鲁代表

根據《秘魯憲法》第7條,”人人有權保護自己、家庭環境和社區的健康,並有義務為促進和保護健康作出貢獻”,健康是個人的固有權利。在此基礎上,衛生當局和相關部門力求確保普遍獲得護理和綜合護理,確保公共護理是全面的、支持性的、公平的、及時的、高品質的和可獲得的。根據這些原則,衛生部(MINSA)正在開展一項值得稱讚的運動,即5月15日至21日的國家預防周 “Chequéate Perú”,讓公民有機會進行預防性體檢和接受免費的保健諮詢。
同樣,臺灣的立法也以公民之間的醫療服務平等為基礎,實現了低成本和全民醫療,並且正在向全民保險邁進,以確保為全體人民提供有效的醫療服務。
經過3年與covid-19的艱苦鬥爭,世界正朝著大流行病後的經濟復興邁進。這場致命的呼吸道傳染病顯示了世界在面對其傳播時的脆弱性,它不分種族、出身、性別或年齡,也不尊重邊界,跨越大陸和海洋,殺死了686萬人,尤其是最脆弱的人群。我們不能忽視由於新變種或新病毒的出現而導致的全球不確定性的潛在情況,這就是為什麼今天比以往任何時候都更需要國際合作–沒有排斥–以共同面對後大流行時代的巨大挑戰。
第76屆世界衛生大會(WHA)將於5月21日至30日在日內瓦(瑞士)舉行。今年,即2023年,負責在全球衛生問題上發揮領導作用的世界衛生組織(WHO)正在慶祝新的成立周年,其口號是 “人人享有健康”。這應該意味著每個人都被包括在內,沒有人被落下。因此,臺灣被納入世衛組織的所有會議、機制和活動,並被接受為世界衛生大會的觀察員,是不能推遲的。
臺灣在抗擊covid-19大流行病的戰鬥中一直處於領先地位,它在抗擊covid-19方面的成功以及在需要幫助的地方提供幫助的能力為國際社會樹立了榜樣,它也為全球公共衛生做出了重大貢獻。儘管如此,它仍然被排除在WHA和WHO之外,從而剝奪了2300萬臺灣人的健康權。
儘管面臨全球衛生挑戰,世衛組織必須維持全球衛生架構,這需要整個國際社會的支援。臺灣已表示願意與世衛組織合作並加強這一架構,事實證明,這一架構在全球衛生威脅面前是脆弱的。臺灣拒絕成為 “缺失的那塊磚”,願意與世衛組織合作,共同加強全球衛生架構,制定一個有凝聚力和包容性的全球合作框架。
顯然,臺灣參與WHA和WHO是一個務實的問題,而不是一個政治問題。這一論斷無可辯駁,這就是為什麼自2017年以來,許多國家一直呼籲WHA恢復臺灣的觀察員地位,並將其納入WHO的所有會議、機制和活動中。實現 “人人享有健康 “需要所有人的合作,以應對這一流行病以及人類當前和未來面臨的許多全球挑戰。

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