SEÚL Entre TRADICIÓN Y MODERNIDAD

Nuestra carátula

Escribe:Luciana Tzutsi
Fotografías por: Park Min Hong

Corea del Sur cuenta con propia identidad y tras sucesivas guerras internas está alcanzando un espacio en el mundo globalizado, poniendo énfasis en la educación y la tecnología; Seúl es uno de sus escenarios geográficos donde conviven lo histórico y la modernidad, abriendo cada vez más sus puertas hacia el futuro

Gaecheonjeol (개천절) es el día festivo nacional en la República de Corea (del Sur) y se celebra el 3 de octubre; Gaechon (“El cielo se abre”) surge, según la larga historia, al ser fundada por el primer monarca Dangun (o Tangun) con el nombre de Joseon (Gojoseon), en el siglo XXII aC, e hijo de Hwanung, quien bajo del olimpo a la tierra. Octubre es llamado Sangdal (el origen o principio) y tiempo en que se realizaba el acción de gracias por las cosechas.
Posteriormente, los reinos de la península han ido variando de nombre, como Dongsaeng en Goguryeo, Yeonggo en Buyeo y Gyeum en Mahan y se fueron sucediendo otros patronímicos (debido a conflictos bélicos). Durante la larga ocupación militar japonesa (1910-1945), el líder Na Cheol recordaba la ceremonia de Gaecheonjeol y tras alcanzar la independencia del Japón el gobierno empezó a celebrarlo desde 1948, con la guerra civil el país quedó dividido en el Paralelo 38°, en una suerte de armisticio o técnicamente un alto al fuego.
En las décadas del ’50 y ’60 del siglo pasado, Corea apenas sobrevivía entre pobreza y miseria por la “Guerra Fría”, debido a la constante pugna ruso-estadounidense, y Corea del Sur andaba sumida en penurias políticas; empero, ya en la década del ’70 empezó a ser reconocida como uno de los cuatro tigres asiáticos (con Hong Kong, Taiwán y Singapur) e inició el despegue social y económico, tanto que ya tiene peso propio a nivel mundial, aunque la unidad peninsular aún este muy lejana.
Las relaciones diplomáticas de Perú con Corea del Sur, plasmadas oficialmente en 1963, han evolucionado favorablemente, tanto que los surcoreanos representan un 2,7% de la inmigración extranjera en suelo peruano y ambos son miembros de la comunidad del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y cuentan, desde el 2011, con un Tratado de Libre Comercio bilateral, a lo que se suman inversiones surcoreanas en diversos ámbitos productivos y un comercio bidireccional ascendente, a lo que se agrega la cooperación del gobierno de Seúl, incluyendo su apoyo solidario en la lucha contra la pandemia de coronavirus.
Perú, en la visión surcoreana, es considerado prioritario al convertirse en una puerta de ingreso para el arribo de capitales y de intercambio comercial con América del Sur, así como de construcción de infraestructura y de transferencia tecnológica.
Aunque vecinos por el Océano Pacífico, la distancia física entre Perú y Corea del Sur es inmensa pero aliviada en gran parte, en la modernidad, por las tecnologías de la información y comunicación, lo que facilita el entendimiento en diversos ámbitos y la cooperación recíproca.

Visita a la capital
En los últimas décadas, aunque con algunas vicisitudes políticas y socioeconómicas, han revivido el espíritu ancestral y la validez de la paz, contribuyendo a acercarse con su irreconciliable hermano y vecino, lo que permite viajar por toda Corea del Sur en calma y recorrer su simetría entre el ayer y el hoy, entendiéndose mejor el por qué de su crecimiento económico y exportador no solo de mercancía sino también de tecnología, tendencia de modas y la cultura pop.
Prueba de ello es el ascendente número de turistas extranjeros que visitan esa parte de la península, como que han arribado cerca de 20 millones en el 2019, el doble de lo acontecido una década atrás.
En la capital, Seúl, conviven palacios imperiales reconstruidos de forma meticulosa con animados mercados, así como con una espectacular infraestructura y arquitectura moderna. La visita puede comenzar en uno de sus múltiples templos, continuando por el circuito que ofrece el Palacio Changdeokgung, patrimonio mundial de la humanidad, lugar de residencia de la familia real hasta los primeros años del siglo XX; a lo que se puede agregar, una presencia inopinada en el vecindario Bukchon, laberinto de calles y viviendas de la tradicional etnia hanok.
Asimismo, sumergirse en el capitalino Museo de la Muralla, con un historial de seis siglos; el recuperado arroyo de Cheonggyecheon, un respiro de naturaleza con 22 puentes, orillas orladas con obras artísticas y una visión panorámica e integral de Seúl, que acoge cada noviembre el típico Festival de Faroles; en las veladas nocturnas, se siente el palpitar de bares de jazz y de rock alternativo en el barrio universitario Hongdae, incluyendo otras diversiones y la dosis de modernidad enmarcada en el Dongdaemun Design Plaza & Park.
En el grato recorrido diario o noctámbulo, resaltando la seguridad y la limpieza citadina, hay diversidad de atracciones: el Samcheong – dong, en lo alto de la colina Namsam; el N Seoul Tower; el Palacio Deoksugung, de menor dimensión entre sus pares, que combina lo clásico con la actual; y, el Teatro Chongdong, que ofrece funciones típicas, en lengua anglosajona, del colorido pasado; y, el Parque Temático Lotte World, cuyo interior resplandece con abanico de espectáculos y desfiles.
En el centro de Seúl, cabe acceder al emporio comercial Myeong – dong, lugar donde se encuentran distribuidas en formado ordenamiento desde marcas reconocidas mundialmente hasta restaurantes para todo paladar, karaokes y muchos otros negocios, o también al Dongdaemun Market, con vitrinas especializadas y mercados de artesanía tradicional.
Mientras se camina, el soju (vodka coreano) y los tentempiés en algún puesto callejero aportan la energía suficiente para acceder a los bulliciosos mercados de Hongdae o Itaewon, o para dedicar un tiempo al esparcimiento propio, cantando temas folclóricos o modernos en bares o cafés de karaoke; en el trajinar diario vale tomar un espacio propio, por citar, ir a un jjimjobang (sauna y spa) para recargas energías, remojarse y dormitar tras un placentero masaje.
Cabe mencionar que frente a los cierres fronterizos a causa del Covid-19 y evitar contagios, en los programas turísticos aparecen nuevas modalidades de relax, confort y esparcimiento, incluyendo tours a lugares exóticos, teniendo como guía la web-oficial de turismo. El gobierno surcoreano ha encontrado esta plataforma como una manera efectiva de atraer turistas y hacer más fácil la visita los lugares más atractivos.

Colofón
“Peru Market Place” es el título del proyecto de cooperación, desde el 2015, que llevan adelante la Agencia de Cooperación de Corea (KOICA) y el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR), cuyo sentido es cimentar una plataforma de comercio electrónico a fin de digitalizar el comercio y promover a nivel internacional a las pequeñas y medianas industrias (PYMES) nacionales.
Este encuentro digital que se formalizó con del embajador Jo Yungoom, la ministra Rocío Barrios, la viceministra Sayuri Bayona y el titular de PROMPERÚ, Luis Torres, en agosto último, será parte de la Semana Cultural del aniversario de la Fundación Nacional de la República de Corea, programada entre el 5 y 9 de octubre entrante, vía facebook, entre otras actividades; destacando también la proyección del largo metraje surcoreano “Estación Zombi”, presentado.

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